Atardecer en Punta Cardón

Atardecer en Punta Cardón
Cortesía del Ing. Alberto Medina

martes, 12 de febrero de 2013

Sociedad Falconiana (Folklore II)

Atardecer en Punta Cardón
Cortesía Ing. Alberto Medina Colina

En 1815 se estableció la Provincia de Coro, este territorio conocido como cantón Coro cuando entre 1821 y 1830 fue anexada a la Provincia de Maracaibo como parte del departamento Zulia, pasando en 1830 a ser nuevamente Provincia de Coro; al  arribar a estas tierras los conquistadores y colonizadores europeos encontraron pobladores aborígenes pertenecientes a la etnia caquetía, grupo indígena venezolano que habitaba en la costa noroccidental de Venezuela en el territorio situado entre el actual estado Falcón y el lago de Maracaibo, alcanzando en ocasiones zonas del estado Lara hasta las riberas del río Yaracuy; mantenían relaciones comerciales basadas en el trueque o intercambio de mercancías con las islas de Aruba, Bonaire y Curazao.
Etnias aborígenes

La economía era netamente agrícola (maíz, batata o boniato, yuca) y se complementaba con la cacería de pequeños mamíferos y aves, aunque los que habitaban cerca de las costas marinas eran recolectores marinos. Vivían en chozas y el sedentarismo les permitió desarrollar sistemas de riego para sus cultivos, se establecieron en territorios llanos o planos, pues consideraban las montañas lugares sagrados donde moraban los dioses.
Cerro de Santa Ana

Las crónicas de los colonizadores describen a los caquetíos como hombres de elevada estatura y contextura fuerte y de piel de un color “casi blanco”, las mujeres impactaron por su hermosura; tanto hombres como mujeres vestían con taparrabos y no se cubrían el pecho.

Poseían una organización política definida, gobernados por un cacique al que llamaban “Diao”, el Diao Manaure fue llamado por los españoles “el Señor de Paraguaná”, gobernaba una aldea muy extensa denominada Todariquiba, también llamó la atención de los españoles que estos nativos manejaban el concepto de “nación caquetía”, lo que explicaba su pertenencia e identidad con respecto al territorio que habitaban. El cacique Manaure era el líder político y religioso de su pueblo, se le considero un pacifista y sabio consejero cuya influencia se extendió a las islas del Caribe y a los actuales límites de Falcón y Lara, habitada entonces por las etnias ayamanes y jirajaras, parientes de los caquetíos. Para evitar que su pueblo fuese masacrado Manaure pacta con Juan de Ampíes la libertad de sus parientes y vasallos, agradecido acepta ser bautizado con el nombre de Martín Manaure; posteriormente Ambrosio Alfinger toma el poder de la Provincia de Coro, expulsa a Ampíes y apresa a Manaure. Cuenta García de la Torre en su obra “Caciques Venezolanos” que Manaure es liberado y le otorgan señorío sobre sus tierras y vasallos, pero los españoles rompen este pacto y Manaure se retira con sus guerreros a las tierras del cacique Yaracuy y muere en un enfrentamiento contra los españoles.



Monumento al Indio Manaure
Santa Ana de Coro

De religión politeísta, los caquetíos adoraban como dioses principales al Sol y la Luna. El Piache era una especie de sacerdote-curandero (denominado en otras tribus Chamán), era el adivino y portavoz de los espíritus; como en el caso de Manaure, los caciques además de ser jefes políticos tenían poderes mágicos y religiosos; su creencia en los espíritus les permitía profesar la afirmación de que existía una vida de ultratumba.

A su llegada, los españoles implantaron sus organizaciones político-administrativas, impusieron su idioma, su fe, sus costumbres y tradiciones. En lo social la sociedad aborigen conformada por el Diao, sus guerreros y vasallos paso a estar conformada por blancos e indios, que iniciaron un proceso de mestizaje que se intensifico con la incorporación de los negros provenientes  de África en calidad de mano de obra esclava. La sociedad falconiana ha ido desde entonces evolucionando de acuerdo a los cambios políticos y económicos que experimenta la sociedad venezolana.